coleccion

RU: Русский

ES: Español

Inicio | Fotos | Español | Recetas de cocina | Mis Viajes | Varias... | Enlaces | Libro de visitas

Argentina: Buenos Aires

Plaza de Mayo. Cabildo

El Cabildo, como se conoce al edificio que albergaba la institución del mismo nombre, era la sede capitular de la administración colonial del Reino de España en la ciudad de Buenos Aires.

Situado en la calle Bolívar 65, ocupa un solar asignado por Juan de Garay en 1580 frente a la Plaza de Mayo, el centro fundacional de la ciudad. Durante la Revolución de mayo de 1810 se pronunció en él la formación de la Primera Junta, órgano de gobierno subrogante de la autoridad virreinal y el primero en el territorio con fines republicanos y veladamente independentistas.

El edificio, declarado Monumento Histórico Nacional desde el año 1933, fue objeto de sucesivas alteraciones, fijándose su aspecto actual en el año 1940.

Hoy en el interior del Cabildo se encuentra el Museo Nacional del Cabildo y la Revolución de Mayo, donde se exhiben cuadros, retratos, piezas, joyas y otras cosas del siglo XVIII, y en el patio puede observarse un aljibe de 1835, que pertenecía a la casa natal de Manuel Belgrano, político, militar y creador de la Bandera Argentina.

En 1580, el adelantado español Juan de Garay fundó (por segunda vez) Buenos Aires y destinó un terreno frente a la Plaza Mayor (la actual Plaza de Mayo) para que se levantara el cabildo - una institución que en principio daba existencia y sentido a una ciudad. Lo primero que se hacía al fundar una ciudad o un pueblo era organizar el Cabildo, con lo cual quedaba legitimada la fundación y los fundadores.

En los territorios de la colonia española, los cabildos se ocupaban de la administración de las ciudades y de impartir justicia. Sus miembros eran elegidos por los vecinos en votaciones anuales. En casos de emergencia pública se invitaba a todos los habitantes a participar de un “cabildo abierto”.

El Cabildo abierto es una forma de participación que se da en municipios, localidades, comunas o distritos; cada uno de estos territorios es representado por consejos municipales que a lo largo de sus períodos deben dedicar al menos dos sesiones a los reclamos del pueblo. En el Cabildo abierto se tratan temas de interés que involucran a la comunidad, como por ejemplo la construcción o reparación de una calle, el arreglo de un parque, etc.

En un principio la construcción del Cabildo en Buenos Aires fue muy precaria. Durante 23 años desde que Garay instituyó esta institución, no tuvo edificio definitivo, por eso las reuniones se tuvieron que realizar en las casas particulares.

El 3 de marzo de 1608 el alcalde Manuel de Frías propuso la necesidad de construir un cabildo. Este se financiaría por medio de nuevos impuestos a las naves que entraban y salían del puerto de Buenos Aires.

En 1608 el edificio se componía de dos locales de adobe, construidos por Juan Méndez, secundado por los carpinteros Hernando de la Cueva, que hizo la tirantería, y Pedro Ramírez que hizo las dos puertas y ventanas del local de entonces. Hernando álvarez puso las tejas e hizo los revoques.

En 1610 Domingo Herrera blanqueó el frente con cal. Su construcción finalizó hacia 1610, aunque al poco tiempo comenzaron varias remodelaciones a su forma original que terminarían después de 200 años.

En 1612 concluyeron las obras de las Casas del Cabildo, que incluían un solar y locales que luego se alquilarían. Después de dos años, y debido a la cantidad de presos alojados ahi, el Cabildo resulto chico, con lo cual las reuniones de autoridades se realizaron en la casa del gobernador y posteriormente en el fuerte. Debido a que durante varios años no se hizo un mantenimiento del edificio, pronto se lo vio en ruinas.

En mayo de 1682, las autoridades propusieron la construcción de un nuevo edificio de dos plantas, que contendría: Planta alta - Sala Capitular y Archivo, Planta baja - cárcel para personas privilegiadas, calabozos comunes para hombres y otro para mujeres, cuarto para vigilancia y habitaciones para jueces y escribanos.

Hasta el XVIII el Cabildo era un rancho de adobe y techo de paja, pero el 23 de julio de 1725 comienza la construcción del nuevo edificio según planos del arquitecto jesuita italiano Andrés Blanqui, que se vio postergada, en 1728, para volver a reiniciarse en el 1731. Pero las obras nuevamente se suspendieron en 1732 por falta de presupuesto. En 1751 luego de cambiarse la baranda de madera del balcón por una de hierro quedó terminado el cuerpo del edificio.

El Cabildo por entonces se componía de tres cuerpos, uno central de dos plantas y otros dos simétricos, con 10 arcadas cada uno y en cada piso, que se ubicaban a los costados. Poseía pilastras a los costados que atravesaban el largo balcón. El cuerpo central terminaba en forma ondulada.Sobre el estaba la torre cuadrada con reloj y campana.

En 1764 se da por terminada la torre del Cabildo, aunque en el momento de producirse la Revolución de Mayo (en 1810) el edificio aún no se hallaba íntegramente terminado. La torre era, en sus comienzos, de dos cuerpos. También tenía pilastras angulares a todo lo largo y terminaba en punta con pináculos.

Los dos pisos del Cabildo poseían ambientes abovedados, con paredes lisas y sobrias. Una escalera interior en dos tramos comunicaba ambas plantas. Sólo el mobiliario del siglo XVIII era tan suntuoso que transformaba el ambiente. Algunos historiadores sostienen que el debate de los días de Mayo se realizaron en las galerías que daban al balcón, porque el recinto no permitía albergar a todos los cabildantes que participaron de los "Cabildos Abiertos".

En las grandes festividades los cabildantes hacían revestir con paño el balcón y por las noches se iluminaba el frente con candiles de sebo o aceite de potro, a fines del siglo la iluminación se hizo por medio de candelabros y faroles puestos en el balcón.

Luego de su construcción, el Cabildo fue utilizado como recinto para las autoridades y como cárcel, ya que no existía otro lugar donde alojar a los presos.

Durante las invasiones inglesas a Buenos Aires de 1806 y 1807, las autoridades virreinales escaparon, librando la ciudad a su suerte. Cuando milicias informales y la resistencia popular detuvieron a los invasores, el poder del virrey disminuyó tanto como cobró fuerzas el del cabildo.

La situación era muy tensa, en Europa las tropas de Napoleón tomaron de prisionero al Rey Fernando VII dejando tanto EspaNa como a sus colonias sin autoridad que las guiara. Cuando esta noticia llegó a América, los vecinos reunidos en la Plaza Mayor decidieron traspasar el poder a la Primera Junta de Gobierno Patrio, que comenzó a sesionar en el Cabildo el 25 de mayo de 1810. La Junta no se declaró independiente de España, pero fue el primer paso de un proceso que culminaría con la declaración de la independencia argentina en 1816.

La primera modificación de la fachada del Cabildo fue en 1830, cuando se redujo la balconada a los tres arcos centrales del piso superior.

En 1860 a la cúpula se le pusieron azulejos y en la parte superior una bola de metal que sostenía un parrarayos y una veleta. Se sustituyó el reloj de la torre, que habia funciondo desde el 1 de enero de 1765. El nuevo reloj, de fabricación inglesa comenzó a funcionar en la tarde de l 17 de septiembre de 1861.

En 1879 el viejo edificio necesitaba reparaciones, y se decidió adecuarlo al gusto europeizante de la época. En 1880, el arquitecto francés Pedro Benoit elevó la torre diez metros y colocó una cúpula azulejada. En 1881 se la revocó y se le colocaron vidrios a la cúpula En esta reforma el techo perdió sus tradicionales tejas.

Quedó en el papel la idea de ponerle una estatua de la Justicia sobre la cúspide, y una serie de doce estatuas en la azotea. La nueva y esbelta torre fue usada, durante algunos años como "faro" por las naves que llegaban, en número siempre creciente, al puerto de Buenos Aires.

En 1889, por la apertura de la Avenida de Mayo se quitaron tres arcos del ala norte. El edificio perdió simetría, entonces Benoit decidió demoler la torre, para mantener el equilibrio. Sin ella, el histórico edificio quedó irreconocible, con su fachada decorada y asimétrica.

Si bien en 1891 se pensó en iniciar su reconstrucción, nada se hizo de ello, y en 1905 se llegó a la determinación de derribarlo por completo, aunque tampoco estó se llevó a cabo.

En 1931 se restauró la simetría del edificio porque se demolieron los otros tres arcos del lado sur para abrir la Diagonal Julio A. Roca (Diagonal Sur). Asi de los once arcos originales, solamente quedaron cinco. En 1932 se pensó nuevamente en demolerlo, pero las protestas en contra de este proyecto lo impidieron.

En 1939, pasados los fervores europeizantes y ya maduro el país para reconciliarse con su pasado colonial, una comisión nombrada por el Poder Ejecutivo comenzó a estudiar la reconstrucción del Cabildo.

En 1940, el arquitecto Mario Buschiazzo recreó el aspecto del Cabildo colonial, retirando elementos de estilos posteriores, basándose en diversos documentos históricos. Fueron reparados los tejados, las herrerías y la carpintería. La torre se reconstruyó con una altura menor a la de la época colonial en un intento de simular las proporciones del edificio sin restituir las partes demolidas.

Este edificio, que es el que hoy puede verse, posee una torre más baja que la de Cabildo de 1752, tiene tres arcadas menos de cada lado, y sus proporciones resultaron afectadas. Su reloj actual es eléctrico, aunque similar al original, y sus campanas que durante los años en que el Cabildo "perdió la torre" fueron a parar a la cercana Iglesia de San Ignacio, son del siglo XVII.

El Cabildo fue declarado Monumento Histórico Nacional el 31 de mayo de 1933, por ley 11688.

Descargar un video sobre la historia de El Cabildo de la serie "Algo habrán hecho... para la historia argentina"

Volver a la lista de artículos

Яндекс.Метрика