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Inicio | Fotos | Español | Recetas de cocina | Mis Viajes | Varias... | Enlaces | Libro de visitas Argentina: Buenos AiresCementerio de La Recoleta: Cenotafio de los tres amigosUno de los lugares de especial interés en La Recoleta, es el cenotafio (monumento funerario erigido en memoria de alguien, pero que no guarda su cadáver) de los tres amigos, uno de los monumentos más bellos arquitectónicamente hablando. Consta de una base, una pirámide y un ángel alado en su cenit. En cada lado de la pirámide hay un medallón de bronce (realizados por el escultor Augusto Felice) con la cara de los tres amigos: Benigno Baldomero Lugones, Adolfo Mitre y Alberto Navarro Viola.
Benigno Baldomero Lugones, colaboraba con el diario La Nación escribiendo en forma novelada los grandes delitos y crímenes del hampa; plasmando una realidad social del país, hasta entonces poco conocida. El fue considerado uno de los primeros lunfardistas. (El lunfardo es una jerga, originada en ciudades portuarias de Argentina y Uruguay, principalmente en Buenos Aires, Rosario, y Montevideo, que se utiliza principalmente en la región del Río de la Plata). Lugones era un escribiente del Departamento de Policía y solo le fue dado recoger los términos que andaban en boca de ladrones y rateros de poca monta con los que debía tratar por imposición de su trabajo, palabras que también ingresaban al patio de los conventillos, a los lugares de trabajo y de esparcimiento, para engrosar el léxico de los inmigrantes quienes por desconocimiento de la lengua del país, en la urgencia por asimilarse al entorno, ponían en circulación palabras de ese léxico cercano y oportuno. Adolfo Mitre, hijo de Bartolomé Mitre (el presidente de Argentina en1862-1868) y de Delfina de Vedia, era abogado y poeta. Realizó diferentes aportes a las letras como traductor, escritor y fundador de instituciones literarias. Alberto Navarro Viola, jurisconsulto y político, concretó una importante actividad periodística colaborando en los más destacados medios de la época. Fundó el “Anuario Biográfico de la República Argentina” en 1879, donde se halla la más completa crónica intelectual del momento. Los tres amigos, jóvenes de la alta sociedad porteña del siglo XIX, quisieron dejar constancia de esa unión para la posteridad y mandaron construir el monumento, que habían pensado emplazar en algún lugar de la pujante ciudad de Buenos Aires. Pero las autoridades municipales no lo permitieron, por lo que la única solución que encontraron los tres amigos fue emplazarlo en el cementerio. Lo más curioso del caso fue que durante ese año de 1885 murieron los tres, por causas sorpresivas. |
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